Me miró...
y entendí que sostener esa mirada era más importante
que la caída de los precios
en la bolsa de New York.
De sus pechos
-recientes-
manaban todos los silencios
que desde siempre componen las frases que nunca le diré,
por temor....
Me miró...
y su mirada llevaba ocultos garras y dientes
-y secretos-
como para destrozarme el corazón,
mientras su manos entretejían en el aire
canciones que hablaban de amores perdidos,
de ruinas ocultas
y noches de terror.
Era inevitable que la amara...
Sus pies me hablaban de distancias...
e imaginé desiertos de salitre,
manglares subterráneos
y poderosos volcanes arrojando
aire al aire...fuego al fuego...agua al agua...
y lava sobre las rocas ya consolidadas.
Era inevitable que la amara...
Sus palabras me dijeron "noche"
y adiviné
estrellas tempranamente consumidas
y astros enmarañados en órbitas perpetuas,
soñando realizar un destino de errantes luciérnagas.
Era inevitable que la amara...
y la amé, hasta que su sonrisa
me perforó el sexo...
y la amé... hasta que la agonía de saberme neutro
hizo de mi, solo un recuerdo
Entonces solo me quedó amarla aún más...
porque después de eso....nada quedaba
2 comentarios:
GUAUUUUUUUU!!!!!!!!!!!!!
Si...así de simple...
Realmente eso es AMOR!!!
Bello!!!!
Me encantó!!!
Un beso
Adriana
y la amé... hasta que la agonía de saberme neutro
hizo de mi, solo un recuerdo
De principio a fin bellas letras..
Mis saludos.....Gracias
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