martes

un gato rijoso, uñas de escalpelo, araña consecuente mis deseos...


se atribuye el derecho de permanecer insomne mientras duermo

velando desde su insomnio mis sueños..

este gato rijoso, uñas de escalpelo, vigila que ningún desasosiego me ataque mientras duermo

no sabe (quizá si...y prefiere no saberlo) que mis desasosiegos son míos...y como mios los quiero.

¿que puede ser mas lindo que un llanto de amor a medianoche....
salvo el amor pleno???

si sueño con ella...y no la tengo...eso es un desasosiego..

y sin embargo....al menos...ella se aparece en mis sueños...

y por que no???

...si ella siempre fue un sueño

siento tus pasos, uñas de escalpelo, rondando mi almohada..

y tus ojos, gato rijoso, trepanando mi cerebro mientras duermo..


¿tanto...tanto la quisiste...(si...quizá tanto como yo hoy la quiero..)

que sacrificas tu dormir para devorarla a ella en mis sueños...?

lunes

El insolente que me habita
me hizo soñar con tus suspiros
dejándome estaqueado en una playa
a cuyo mar, llaman delirio

jueves

Monoteísta

El ángel reciclador de monoteísmos
te designó Diosa Única de mi Universo
y todas las utopías marchan por el sendero
que escamotea tu imagen a los cielos.

Díscolo y travieso
urgido por el embriagante deseo de tus besos
acompaso magias que encienden estrellas
y apagan desvelos.

Quizás detrás de un dosel de lino encuentre tu imagen desnuda,
bañada de lunas invitándome a ser tu acólito eterno.
Mientras tanto es febrero, estoy solo y siento
-verdaderamente siento-
que aunque lejana,
sos la Diosa Única de mi Universo

Partir es nacer un poco

No se escoge el momento en que tu vida
se encaminará detrás de un sueño.
Simplemente sucede,
como se suceden los días luminosos
y los días negros

Delante de vos se abre el sendero incierto
que va a llevarte a la alegría del conocimiento
o al fracaso de quedar a su vera
cabizbajo y casi muerto

Pero es preferible partir y cantando,
A soportar la duda que te crece dentro
Siempre sucede
que ese día nacés de nuevo

Papeles amarillentos

Amarillentos,
como los papeles en que escribo estos versos
son los despojados suburbios de mis pensamientos.
Por los áridos caminos donde nos dijimos “te quiero”
hoy crecen nenúfares, lotos
y perfuman de azahar los limoneros.
Maldita distancia que pinta de blanco
el arco iris de tu recuerdo.

Acaudillados por el deseo de tenerte,
mis ojos buscan en el cielo la luz –mágica-
que les muestre el lecho donde se dibujan tus sueños.

Se me puebla de dulces palabras la cabeza
y solo puedo volcarlas en un papel amarillo
recogido del suelo.
La excéntrica rueda del destino
nuevamente te aleja de mis sentimientos.
Nuestro amor en zigzag comete olvidos y desafueros.

Somos distancia, somos besos.
Somos cometas liberados a todos los vientos y brújulas
y somos cuerpos enlazados
y tus gritos
y mi esencia vertiéndose dentro de tu cuerpo, somos.
Nuevamente distancia y bosque de medianoche,
Faro, consigna secreta, sol crepuscular, encuentros.

Somos todos los enamorados del universo,
especialmente aquellos que por ese amor murieron, También somos cadenas, cárcel y encierro.
Cóndor atravesando raudo el valle donde te espero. Escalinata que desciende, árbol de hojas doradas
aire que sana cortando, como un escalpelo
caballo cimarrón devorando esta maldita distancia
con las crines del viento.

El único pez de oro que existe en el universo
Perdió una escama
y se lo ve vacío por dentro.
Hay un color que no compartimos, una palabra que nunca nos dijimos y sobrevolando todo, una luna partida cómplice de nuestro silencio.

Mañana

El código rojo viró hacia el esmeralda,
se recuperó el cálido equilibrio que nos mantiene vivos

Las selvas tropicales vuelven a poblar los desiertos.
Gemidos guturales, cuentos de duendes y de hadas,
cantos de aves y de cigarras.

Escribo cualquier frase, cualquier verso
y lo releo como “ te quiero”.

Luna rebelde me liberas el alma
armada con lanzas de color escarlata,
dejando mi cuerpo ya vencido
estaqueado al silencio de esta trampa.

Lunas guerrilleras me invitan a volar sobre tu casa,
penetrar a ella por tu ventana y amarte,
hasta que el cuerpo diciéndonos basta
nos sumerja en esa otra realidad,
tan real como la cotidiana,
en la que yo deba volver a mi rutina,
y vos a cuidar tus plantas,
mientras con cada gesto nos diremos,
mañana… mañana…mañana

Luna insurrecta, tus rayos serán violetas
mañana.

viernes

Pasajera del Invierno

Me enseñaste a conjugar el verbo que
corresponde a la palabra felicidad
mientras tus uñas arrancaban de mi piel
el dulce y viejo arraigo de la soledad.

Pasajera del invierno, llevarás contigo
la nieve de mi corazón en tu velero
hasta el tumultuoso altamar.

En tus labios, mi sexo aprendió a olvidarse
del temor a buscar la muerte
y tu vientre le dio aquella pasión
que enmarcó la ronda que canté de niño…
cuando aún le faltaba tu voz a mis memorias.

Pasajera del invierno, llevarás contigo
la nieve de mi corazón en tu velero
hasta el tumultuoso altamar.

El fuego que juguetea en el hogar
se confunde con el fuego de tu mirada
y prefiero el silencio de tus pasos
acercándose a mis sueños
a la estruendosa huída
en la que sin embargo me empeño

Suavidad de tu suavidad…

Ya llega el velero en que partiré,
pasajera del invierno, y con mi partida
me volverá el frío desde el altamar.

sábado

Hoy vengo dispuesto...

Hoy vengo dispuesto a ser absuelto por el Universo…

Vengo dispuesto a que cada átomo que forma mi cuerpo
sea tenido en cuenta en los planes de los Cielos.

Vengo dispuesto a romper con los esquemas
que durante años atenazaron mi cerebro
construyendo cárceles donde se escondía mi miedo.
Cayeron las barreras...florecieron los canteros...
y ya nunca volveré a sentirme culpable por ello.

Vengo, lo dije, dispuesto a ser absuelto por el Universo.

No derrochare palabras en castillos de arena
ni construiré amores que no tiendan a ser eternos
Todo, desde hoy, será duradero
tendrá siglos de maduración
y tenderá a ser eterno,
aunque eterno no sea ni el tiempo.

Todo, mis actos, mis pensamientos
mis amores, mis desvelos,
se contaran por eones
y al final de los tiempos, estoy seguro, lo dije,
seré absuelto por el Universo

domingo

Me miró...

Me miró...
y entendí que sostener esa mirada era más importante
que la caída de los precios
en la bolsa de New York.

De sus pechos
-recientes-
manaban todos los silencios
que desde siempre componen las frases que nunca le diré,
por temor....

Me miró...
y su mirada llevaba ocultos garras y dientes
-y secretos-
como para destrozarme el corazón,
mientras su manos entretejían en el aire
canciones que hablaban de amores perdidos,
de ruinas ocultas
y noches de terror.

Era inevitable que la amara...

Sus pies me hablaban de distancias...
e imaginé desiertos de salitre,
manglares subterráneos
y poderosos volcanes arrojando
aire al aire...fuego al fuego...agua al agua...
y lava sobre las rocas ya consolidadas.

Era inevitable que la amara...

Sus palabras me dijeron "noche"
y adiviné
estrellas tempranamente consumidas
y astros enmarañados en órbitas perpetuas,
soñando realizar un destino de errantes luciérnagas.

Era inevitable que la amara...
y la amé, hasta que su sonrisa
me perforó el sexo...
y la amé... hasta que la agonía de saberme neutro
hizo de mi, solo un recuerdo

Entonces solo me quedó amarla aún más...
porque después de eso....nada quedaba

Cuando partas

Acribillado por una realidad insolente que me desgarra
sigo insistiendo, sin embargo,
en buscar en cada silencio
el color de tus palabras...
en cada campo yermo
el sabor de alguna de tus miradas

Ardua tarea me encomienda mi esperanza...
...si, muy ardua...

Tus cinco sentidos me acaparan
y vuelan mis silenciosos gritos en estas palabras

¿qué seguiré haciendo cuando te vayas?

Nostalgias, dulces nostalgias
de saberte lejos y sentirte tan cercana...

Ver amanecer desde tu patio,
ver caer la noche a través de tu ventana
mientras la luna nos desvela
firmemente asentada en tu terraza

y el mar...y el bosque...y el invierno...
(¿habrá nieve cuando partas?)

...y en un momento me quedaré sin nada:
de tus ojos, solo tu mirada
de tu boca quizá alguna palabra

Mi fuerza

tus ojos son mi fuerza....
...cada una de tus miradas

tus pechos, graciosas ondas enclavadas
en el mar sereno de tu cuerpo
tienen vocación de ser mi penúltima morada

tu aliento de mujer en celo
ardiente vendaval que me acapara

tu cuello...
...su suave fragancia

una sonrisa tuya me perfora el alma
y aunque sepa que perezco en esa batalla
eternamente las busco...

...eternamente

el abismo infinito en que me sumergen tus palabras
me atrae
como el cielo a las golondrinas...
o el árbol a las ramas...
o como siente un pez vivo al agua...
o como mi piel busca tus caricias cada madrugada.

y tus silencios,
poderosa magia entre las magias
son absolutos
como los bosques habitados por duendes
por grifos
y por hadas

cómo evitar enamorarme...?
...como?

miércoles

Los duendes ojerosos

Poema escrito en la caja de una tapa de pizza, a falta de un papel mejor, 27 minutos antes de la medianoche del día en que amenazaba llover...y no llovió. La noche en que pensaba amarla, y dasapareció...(que los parió, mis incontinencias poéticas retozan sobre las más insólitas, patéticas y absurdas situaciones)

Después que haya pasado el tiempo del olvido,
cuando olvidarte no sea ya más una ímproba tarea,
sino solo un recuerdo, adormecido entre otros recuerdos
será que regresarán a mi los duendes ojerosos...
-aquellos que perturbaron nuestros encuentros
desparramando la ceniza de los ceniceros,
volcando las tazas de café por el piso
y corriendo las cortinas, para que la luz de la luna
nos arrancara del país de los sueños-.
¿Te acordás?, y con nosotros medio dormidos, medio despiertos,
nos cantaban tristes canciones de barcos partiendo...
de amores quebrantados...
de corazones, que afligidos por las distancias,
en llamas se iban consumiendo,
...y que escuchábamos condolidos con esos amantes
que transitaban amores inciertos,
pero estando muy seguros que al nuestro,
en cada destino lo esperaban las aguas mansas de un manso puerto,
(aunque a veces las tormentas con él se ensañaran
allá, donde la mitad es mar y la otra mitad es cielo).

Y me preguntarán esos duendes ojerosos por tus manos...
… me preguntarán por tus ojos...
…me preguntarán por tus pechos...

Y yo desparramaré las cenizas del cenicero,
…volcaré mi taza de café por el piso,
…correré las cortinas, para espantar el sueño,
y les hablaré de vos, cantándoles tristes canciones
sobre un amor que quiso ser eterno
pero que no duró más que lo que dura una brizna de paja
caída entre los impiadosos fuegos del infierno...

Después descubriré que nada de lo que canté es cierto...
(quizá haya sido la luna...el alcohol...nostalgias…
o algún oscuro y escondido anhelo)

Reconoceré que tus manos realmente no eran de seda,
que tus ojos no quemaban como carbones ardiendo,
que tus pechos nunca fueron esos médanos de miel
modelados por el más hábil de los alfareros...

Pero ya nada le llegará a los duendes ojerosos...
Estarán perturbando el sueño de otros amantes,
cantándoles nuestra canción de desasosiego
y haciéndoles creer que para esos amantes
esta canción es algo distante y muy, muy ajeno
(pobres...pobres ilusos amantes, eso es algo que
vos y yo hoy sabemos que no es cierto)

Final del viaje


¿Seguiremos embarcados en estos sueños
cuando la nave de nuestro desafortunado amor
ya haya tocado su último puerto?

¿Continuaremos persiguiendo estrellas
varados por siempre en la escollera
impiadosa de los recuerdos?

¿Intentaremos detener con nuestras ajadas velas
el, para nosotros, inasible viento?

¿Desconoceremos que las gaviotas
ya anidan en el cordaje
de lo que fue nuestro gracioso velero?

¿O en un abrir de ojos,
en un inusual sinceramiento
nos diremos desolados,
pero conscientes de nuestros yerros
que se ha terminado nuestro viaje...

...que cada cual siga su derrotero


Solamente nos

Es en absoluto necesario urdir grandes batallas.
No necesitaremos hacer acopio de fusiles, de cañones
ni de mortíferas granadas.

También en vano sería fundir metales, darles forma aguzada
y hacer de los metales veloces balas.
¿Para qué elucubrar ataques por tierra o por mar
en vertiginosas jornadas?

¿Para qué vestir con ropaje diferente, a las diferentes armas?
¿Para qué tu caballería por el valle...?
¿Para qué mi infantería por las montañas...?

Que tus tropas y mis tropas se enfrenten sin artimañas
Que tus ojos me envíen inequívocas miradas,
que los míos respondan con silencios...
(ya ves, ni siquiera necesitaremos de las palabras).
¿Qué más aparte de nosotros mismos, nos hace falta?
Acuchillaré tu cuerpo con mi sexo...
Devorarás mi sexo y mi sangre gota a gota con tus entrañas...

La paz y la vida serán producto de una guerra no librada...

Mirar de hembra



Por favor, fijate con atención dentro de mi cabeza...
Verás a cien prófugos de todas las contiendas
que una noche tormentosa se descubrieron
fatalmente prisioneros de tu mirar de hembra

Veras también un puerto fatigado por corsarios,
que salieron a buscarte en cada estrella,
y que hoy se encuentran estaqueados a tierra
añorando tifones, tesoros e islas desiertas,
pero totalmente inválidos para alejarse de tu mirar de hembra

Y descubrirás un guerrero sin espada
que ya no encuentra dónde dar su pelea,
y un caminante sin senderos
que bajo aquel ciprés detuvo su huella,
y un pescador sin barca
que hoy le teme al canto de las sirenas;

Cada uno esperanzado de escucharte decir
las dos palabras precisas y eternas
que los encaminen, sin torpezas
a reparar sus gastadas herramientas.

Y todos, todos ellos amarrados por una correa
trenzada con sonrisas, con palabras y con poemas
que irresistiblemente los sujeta
a tu mirar de hembra.

1500 corazones


Son como mil quinientos los corazones
que necesito para amarte...

Uno para aquellos momentos en que tu ternura
me desbarata el cerebro
y oficiando de mariposa, suavemente,
muy suavemente, te posás sobre mi pecho
diciéndome a cada latido: "te quiero...te quiero...".
(de este corazón, por si llegara a fallar,
tengo como tres de repuesto).

Otro para cuando impetuosa
como una yegua en celo
arremetés contra mi cuerpo
y lo arrojás al costado del camino,
regocijado...pero maltrecho.

Si, son como mil quinientos...

Cuando extraña y distante a veces te encuentro
y me cuesta disparates
hacer una sonrisa de tus silencios
es otro corazón el que empleo;
y es distinto al que uso para esperarte
en casa, insomne y deshecho
cuando las dudas ponen nombres
en tus demorados regresos.

Si, son como mil quinientos...

Y si me cubro de defensas
y al ataque estoy dispuesto,
tu mágica presencia
tu sonrisa
y tu mirar de cebra
desorientan a mis armas
y me dejan desnudo y expuesto
entonces es otro corazón
el que ese día tengo en el pecho.

Y si a veces, al penetrar en tu cuerpo,
tu vehemencia y tus gritos
me hacen sentir un amante estupendo,
y vos, sabiamente, me hacés creer que te puedo,
es distinto el corazón al que acudo muy presto

Si, son como mil quinientos los corazones
que necesito para amarte,
mujer de mis desvelos.

Poema de Miguelet


¿Seguiré arrancando hojas
de mi cuaderno de física quántica
para, desvirtuar su propósito,
y llenarlas de versos y esperanzas?

Si, por supuesto,
es algo asquerosito el quanta
y hay en mi corazón
un torbellino de escaleras rodantes
que ora suben, ora bajan
y si alguna, por salud se detiene,
es de inmediato reemplazada.
Escucho filtrarse a través de las ventana
el desafinado DO de flauta con que
algún vecino desconocido
trata de llenar de sonidos mi alma.
Y sé que en la mesa
más sedienta del bar de la Cañada,
Miguelet cocina desaguisados
en forma de poemas y botellas de grapa.

Mientras tanto yo intento seducirte
escribiendo cosas que no me pasan
y despacho este poema,
que más que poema es un compilado insensato
que debería figura figurar
con honores en el Guinnes de las fe de erratas.

¡Basta de flautas!,
¡Basta de poemas!,
¡Basta de física quántica...!

En algún lugar más allá de la bruma,
en el lugar donde la bruma se convierte
en el velo de novia de una novia asesinada,
está aguardándome el prado de tu mirada.

Para que me supongan batallador,
cuando parto, me pongo el parche de pirata
sobre el ojo izquierdo
y llevo fuera de su vaina
mi espada ensangrentada con sangre pintada.

Camino con paso decidido y es la niebla
la que me cuida las espaldas
Un quanta desaprensivo, curioso y locuaz
me acompaña y misteriosamente
se conserva en él, el poema y la grapa de Miguelet,
algo de aquel destemplado DO de flauta
y el sabor a aventura que me hizo partir
a besar tus pechos y desafogar tus entrañas.

También trae un pañuelo para enjugar,
la sangre falsa de mi espada ensangrentada

¿Acaso querrá este quanta de energía subsidiada
espiar mi claudicación a esclavo de tu mirada?

¿Acaso querrá, ser testigo de mi incondicional
rendición ante tus orgasmos no meditados?

¿Acaso querrá verme, volver tranquilo,
con el corazón sin marejadas
a seguir resolviendo sin dispersas ansias
y con renovado esmero
mis trabajosos problemas de física quántica?

Extraño las brumas…
Extraño el desafinado DO de aquella flauta…
Extraño la mesa más sedienta
del bar de la Cañada,
donde Miguelet, con un par de grapas,
construye sentimientos usando palabras…

Mis manos


Aunque enmohecidas por el óxido de muchas batallas,
 mis manos delatan, sin embargo, tus fragancias.
¿Cómo no habrían de hacerlo
si tu cuerpo fue siempre su preferida morada?

¿acaso hubiera podido desangrar nuestro predio
en frutas y vituallas
si no hubiera contado con mis manos...
y tu mirada?

O incluso el sol, estoy seguro,
no hubiera salido, alguna de aquellas mañanas,
al faltarnos a las nubes, al cielo y a mí
el abrirse de tus ventanas.

pero....es gratis llorar cuando se ama...

Podría simplemente verter en el río de mis ensueños
estas palabras
y dejar que el tiempo haga con ellas silencios
o solo vacías palabras.

Podría -también- arrojar al piélago de mis esperanzas perdidas,
de mis ilusiones pasajeras
y de mis dolorosos desengaños
cada una de las noches en que te pensé
acurrucada contra mi cuerpo y saciada.

Es gratis llorar cuando se ama...

¿Acaso cada contrato de amor
no incluye un cáliz lleno de lágrimas
para ser usadas por los amantes
cuando el amor se acaba?

¿Y acaso cuando el amor se acaba no es necesario
transitar por el desierto del olvido,
por el infierno de las desesperanzas,
las tormentas del encono
o la absurda ausencia de todas las ilusiones
depositadas en aquella persona hoy lejana?

Es gratis llorar cuando se ama...

Y así, derrochando tintas seguiré hasta encontrarte.
Soezmente definitiva
escandalosamente definitiva
imprudentemente definitiva
definitivamente definitiva.

Se acabarán mis laberintos
en el recto camino de tus entrañas.
Poblaremos nuestro amor, entonces,
de suspiros, de gritos
y de noches desordenadas.

Serás, quizá, suave como la brisa entre los médanos
las tardes en que el sol demora en ocultarse
solo para observarte otro instante...
y fragante y poblada de cantos como un bosque de pinos
en las madrugadas de primavera,
cuando todavía no abandonan sus nidos las aves...

¡Y efímera, sutilmente efímera!

Mi esperanza te fantasea de mil diferentes formas.
Nunca ingrata
nunca escasa en sonrisas
nunca desprovista de ardientes miradas
nunca permitiendo pasar por tu lado mis palabras
sin saborearlas,
una a una, letra a letra,
como si fueran verdaderas palabras

Tampoco nunca te imagino huyendo de las batallas
o permaneciendo impasible ante actitudes arbitrarias,
injusticias sarmentosas
o hipócritas alabanzas.

¡Nunca indiferente!

sigo aún insistiendo:
Es gratis llorar cuando se ama
...pero hasta a un cáliz lleno de lágrimas
le llega el día en que se acaba